El coaching para ejecutivos crece cada vez más en el mundo de los negocios. Ha surgido como una modalidad complementaria a la capacitación tradicional, y son muchos los ejecutivos y profesionales de Recursos Humanos que acuden a él. Sin embargo, en el mundo, no esta del todo claro que el coaching.
Ante todo, se trata de un proceso individual o grupal, mucho más personalizado que la capacitación y que por lo general cumple dos funciones: el desarrollo de habilidades y/o la resolución de problemas que afectan o pueden llegar a afectar el desempeño, así como el logro de objetivos.
Cabe destacar que el coach no debe intervenir en la resolución de problemas personales, por más que influyan en el desempeño. Si existe un problema personal que actúa como barrera debe intervenir un profesional debidamente especializado y abrir otro proceso denominado counseling. Es de suma utilidad iniciar el proceso con la administración de instrumentos de diagnóstico, que permitan conocer el perfil, el estilo y las preferencias de la persona.
El perfil del coach debe ser el de un profesional del mundo de los negocios con orientación hacia los temas de capital humanos, o bien un Lic. En Psicología con gran conocimiento y experiencia comprobada en el mundo de las empresas. En ambos casos es indispensable que tenga ciertas habilidades interpersonales, tales como la empatía, la capacidad de escuchar, la influencia, y determinados conocimientos, por ejemplo, sobre cambio en el comportamiento humano.
Quien actúa de coach debe utilizar una metodología que guíe el proceso. Algunas suponen procesos más cortos y otros más largos, unas ponen el foco en objetivos bien concretos, y otras en el desarrollo del profesional en general. Una de las metodologías es el coaching ontológico. El aporte de la ontología del lenguaje es muy valioso, pero no todos los procesos de coaching se basan en la ontología del lenguaje, como mucha gente piensa. De hecho la metodología más eficiente depende del objetivo y el caso.
El coaching individual se está usando principalmente con ejecutivos de la alta gerencia, personas de alto potencial, líderes de proyectos importantes. Gerentes que afrontan nuevas responsabilidades, personas que pasan de una función técnica a un rol gerencial, y con gerentes con problemas de desempeño. En cambio, el coaching grupal se emplea para el desarrollo del trabajo en equipo, una mejora en la productividad de las reuniones, etcétera. Por lo general, los ejecutivos valoran mucho estos procesos.